La reconstrucción de casas palestinas ocupa una parte del tiempo
de vacaciones de gente joven voluntaria. Anoto la crónica de Pau Sempre.
Desde la parte alta de la ciudad, observamos la ciudad que
ha sido la cuna de las principales religiones del planeta, presidida por los
templos de dichas confesiones. Si se observa la ciudad desde la distancia, se
puede apreciar que los asentamientos de los colonos no son aleatorios, rodean la
ciudad amurallada creando un cinturón de hebreos que custodia la ciudad y se
convierten en paso obligado para aquellos que quieran acceder a los templos de
la ciudad santa.
Pero si estas prácticas de los colonos parecen poco éticas,
desde lo alto de la ciudad también observamos la mayor vergüenza del gobierno
de Israel en Jerusalem y nuestro próximo destino: el muro. Al llegar,
observamos una barrera de cemento de 8 metros de altura, que se extiende
alrededor de 800 Kms rodeado por una alambrada electrificada que aísla a 55.000
habitantes de la que siempre ha sido su ciudad. Sigue en http://pauaraisempre.blogspot.com.es/2012/08/dia-1-20-08-2012-llegada-palestina.html
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