26/6/11

Quince-de-mayo

La rebelión de la indignación del movimiento quince-de-mayo (quincemayista en jerga de José Luis Sampedro) es un preludio de nuevos tiempos. Da ánimos para remontar el que se truncara la movilización iniciada con la huelga general sindicalista, a la que se añadieron una juventud entusiasta.

El movimiento de la ciudadanía indignada quincemayista ha sido un revulsión beneficioso, es un factor positivo que todo el mundo debe tener en cuenta y que ninguna fuerza podrá ignorar. El movimiento no es neutro, se sitúa en el campo de las demandas sociales y democráticas. Moviliza y tiende a que la gente joven se organice. Sin embargo su evolución dependerá de que nuevos segmentos progresen, y sobre todo de la confluencia con la juventud y el movimiento sindicalista.
Cabe decir que, cuando en experiencias anteriores con trasfondo de gran crisis económica la izquierda no ha estado a la altura de la situación y de las necesidades políticas de la ciudadanía y de la gente trabajadora, la frustración política con la depauperación social y económica ha generado antídotos también de movilización masiva popular expulsada de la producción con los fenómenos dañinos más derechistas, violentos y destructivos, al servicio del gran capital financiero, y de la preservación del sistema social capitalista.
Por lo tanto debemos tener en cuenta que el movimiento 15 M convive con una tendencia derechista de gran alcance en la deriva económica y electoral hacia la derecha dura, PP y CiU.
Las medidas contra la negociación colectiva y sindical por parte del gobierno estatal español del PSOE de Zapatero, adoptadas ayer con el apoyo de CiU y el PNV, provocan el incremento de la indignación, pero también del rechazo generalizado a lo que se dice tanto de la izquierda como de la derecha.
Ahora las plazas del 15 M debaten la necesidad de una nueva situación de movilización de huelga general, pero los sindicatos no se ven con fuerzas desde las empresas para meterse en esta movilización. Son otros elementos de fricción reales en que la izquierda tenemos que trabajar a fondo. La confluencia con la movilización unitaria es la que puede dar una fuerza suficiente para enfrentarse a la marea azul (PP, CiU). La inmersión de los procesos de refundación, de articulación y dinamización de movimiento social, pasan hoy en día por el movimiento quince-de-mayo, todos podemos aportar y formar parte de su descentralización y estructuración.

Del Butlleti electrònic d'EUiA.

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